La muerte de una vicuña expone el conflicto entre una comunidad de Catamarca y minera de litio

Conflicto

Actualidad23/02/2025Aire Argentino MineroAire Argentino Minero
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El atropellamiento de un camélido en la Puna catamarqueña revela una disputa de larga data entre la comunidad Atacameños del Altiplano y la empresa Arcadium Lithium. La construcción de un camino minero sin consentimiento indígena amenaza el ecosistema y sitios sagrados.

La Puna de Catamarca, una región de paisajes imponentes y recursos naturales codiciados, es el escenario de una nueva tensión entre el pueblo Kolla Atacameño y una minera de capitales multinacionales. El reciente hallazgo de una vicuña muerta en un camino utilizado por la empresa Arcadium Lithium reavivó el conflicto que la comunidad Atacameños del Altiplano mantiene con el sector minero por la explotación del Salar del Hombre Muerto.

El cacique de la comunidad, Román Guitián, denunció que el animal fue atropellado por una camioneta de la empresa, apenas un día después de que comenzaran las obras para un nuevo camino minero. "Las mineras nunca son transparentes ni con el medioambiente ni con el transporte de mineral", declaró a Mongabay Latam.

El conflicto se intensificó cuando la comunidad descubrió que Arcadium Lithium, compañía formada por la fusión de la estadounidense Livent y la australiana Allkem, había solicitado permiso al Ministerio de Minería de Catamarca para utilizar una ruta ancestral conocida como "de la tumba del hombre muerto". Según denunció Guitián, este sendero pasa a escasa distancia de un sitio sagrado donde descansan los restos de su bisabuelo y de un antiguo habitante de la región.

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Pese a las presentaciones formales de la comunidad solicitando rutas alternativas, el gobierno provincial autorizó a la empresa a utilizar por 90 días un camino que apenas se desvía 50 metros del sitio sagrado. Para los habitantes de la zona, esta medida no soluciona el problema y sigue amenazando la fauna y su modo de vida.

El departamento de Antofagasta de la Sierra alberga 18 proyectos mineros, de los cuales 14 están vinculados a la extracción de litio. Entre ellos, el Proyecto Fénix de Arcadium Lithium es el más relevante, con una producción anual de 20.000 toneladas de carbonato de litio.

Según la doctora en Ciencias Sociales Melisa Argento, estas operaciones mineras avanzan sin licencia social y generan divisiones en las comunidades. A esto se suman denuncias de extracción excesiva de agua, un recurso clave para la subsistencia en la Puna. La comunidad presentó un amparo en 2021 para frenar la construcción de un acueducto que, según Guitián, pondría en peligro el río Los Patos.

En marzo de 2024, la Corte de Justicia de Catamarca dictó un fallo histórico que impidió la emisión de nuevos permisos mineros hasta que se realice un estudio ambiental integral. Sin embargo, no ordenó la suspensión de los proyectos en curso, lo que para la comunidad representó una victoria parcial.

A medida que el conflicto escala, los atacameños del Altiplano recurrieron a organismos internacionales. En noviembre de 2024, presentaron su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de visibilizar la situación y generar presión sobre los gobiernos y empresas involucradas.

Mientras tanto, la comunidad sigue resistiendo en la Puna. "No queremos que nos volteen la tumba con las vibraciones de los camiones, pero también queremos proteger a nuestras ovejas, llamas y vicuñas", enfatizó Guitián. "Aunque nos amenacen, no van a callarnos".

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