El costo oculto del litio: comunidades indígenas denuncian despojo y racismo con aval estatal

Más de 200 representantes de pueblos originarios de la región se reunieron en la Primera Cumbre Intercultural Andina de Comunidades Afectadas por la Explotación del Litio, realizada en El Moreno, Jujuy.

04/02/2025

Mientras los gobiernos de Argentina, Bolivia y Chile celebran la llegada de inversiones millonarias para la explotación del litio, las comunidades indígenas que habitan el Triángulo del Litio denuncian el costo oculto de esta industria: despojo territorial, escasez de agua, ruptura del tejido social y una sistemática violación de sus derechos.

Más de 200 representantes de pueblos originarios de la región se reunieron en la Primera Cumbre Intercultural Andina de Comunidades Afectadas por la Explotación del Litio, realizada en El Moreno, Jujuy. Allí expusieron una realidad que los gobiernos se esfuerzan por ocultar: la minería avanza sin consulta previa y sin controles ambientales efectivos, generando impactos irreversibles en sus territorios.

Gobiernos cómplices del saqueo
Las comunidades señalaron la responsabilidad directa de los Estados en la devastación que enfrentan. Desde la emisión de licencias mineras sin consentimiento hasta la imposición de marcos normativos regresivos —como la reforma constitucional en Jujuy—, los gobiernos han actuado como facilitadores del extractivismo en tierras indígenas.

“El agua es un derecho, no un recurso para las mineras”, denunciaron, apuntando a la alarmante disminución de las reservas hídricas en la región. Mientras las empresas extraen millones de litros de agua para producir litio, los pueblos indígenas ven cómo sus fuentes de abastecimiento se agotan sin que las autoridades tomen medidas.

Además, se denunció la persecución y criminalización de líderes indígenas que se oponen a la explotación, una estrategia que busca silenciar cualquier resistencia. “Los procesos de consulta son corruptos, inadecuados o simplemente inexistentes. Nos amenazan para que no hablemos, pero no nos callaremos”, afirmó un representante atacameño.

Rechazo a una transición energética basada en el despojo
El litio ha sido presentado por los gobiernos como el “oro blanco” que impulsará la transición energética. Sin embargo, las comunidades dejaron en claro que no aceptarán un modelo que perpetúe la violación de sus derechos. “No queremos ser parte de una transición energética que nos roba el agua y la tierra”, expresó Jimena Cruz Mamani, del Consejo de Pueblos Atacameños.

Los representantes de la cumbre reafirmaron que los pueblos indígenas son dueños legítimos de sus territorios y tienen el poder absoluto de decidir sobre cualquier actividad que los afecte. “No aceptaremos ser víctimas de un nuevo colonialismo verde”, sostuvieron en su declaración final.

Exigencias y llamado internacional
Las comunidades exigieron la titulación inmediata de sus tierras y el fin de los acuerdos mineros que se han firmado sin consulta ni consentimiento. También demandaron que las empresas cumplan con los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU y que los gobiernos reconozcan y respeten los protocolos de consulta indígenas.

A la comunidad internacional le pidieron que no avale proyectos de litio que violen derechos humanos y que promueva un marco normativo global que proteja a los pueblos indígenas de la voracidad minera.

La cumbre concluyó con un mensaje de unidad: las comunidades afectadas por la minería del litio no están solas y tomarán medidas conjuntas para defender sus territorios. “Somos un solo pueblo andino, más allá de las fronteras impuestas. No permitiremos que la ambición minera destruya nuestra forma de vida”, concluyeron.

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