El avance del litio en Bolivia pone en riesgo a comunidades indígenas

Organizaciones originarias denuncian falta de consulta y posible escasez de agua en zonas clave de extracción.

22/07/2025Aire Argentino MineroAire Argentino Minero

La promesa de un futuro verde está generando tensiones en Bolivia. En el salar de Coipasa, en el departamento de Oruro, el avance de la extracción de litio amenaza con alterar profundamente la vida de comunidades indígenas que habitan la zona desde hace generaciones. Aunque Bolivia proyecta convertirse en un líder global del litio, organizaciones como la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) alertan que el proceso avanza sin respetar los derechos de consulta previa, libre e informada establecidos por convenios internacionales.

Uno de los principales temores de las comunidades es el impacto en los recursos hídricos. “El agua es vida para nosotros, y tememos que estos proyectos nos dejen sin ella”, advierte Wilma Mendoza, presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB). Según relatan los líderes indígenas, no se ha presentado ningún estudio que garantice que el proceso de extracción no afectará los acuíferos ni las actividades productivas tradicionales, como la agricultura y la ganadería.

El proyecto en cuestión, liderado por la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) en alianza con el consorcio chino CATL BRUNP & CMOC (CBC), forma parte de un megaplán para explotar el litio en los salares de Coipasa y Pastos Grandes. La compañía asegura que se utilizará tecnología de extracción directa (DLE), una técnica menos invasiva que los tradicionales evaporadores solares. Sin embargo, hasta el momento no se han difundido estudios de impacto ambiental ni se ha cumplido con los protocolos de consulta exigidos por las normas bolivianas y tratados internacionales como el Convenio 169 de la OIT.

“Nos han dicho que somos un obstáculo para el desarrollo”, cuenta Herminia Condori, lideresa de una comunidad de Oruro. “Pero lo único que pedimos es que se respete nuestro derecho a decidir sobre lo que ocurre en nuestro territorio”.

Las tensiones crecen mientras el Gobierno boliviano acelera acuerdos estratégicos con empresas de China, Rusia y otros países, en medio de la creciente demanda global de litio para baterías y autos eléctricos. Organizaciones indígenas advierten que este modelo de desarrollo, centrado en la exportación de materias primas, reproduce viejos patrones de despojo.

A medida que se multiplican las inversiones en la región del “Triángulo del Litio”, los pueblos originarios de Bolivia exigen algo simple pero fundamental: ser escuchados y respetados.

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