Gualcamayo se transforma en un titán minero: inversión de USD 1.000 millones y hasta 1.000 empleos

El proyecto Carbonatos Profundos impulsa la reactivación de la mina Gualcamayo, que promete revolucionar la minería en Argentina con una planta de procesamiento moderna, 3.1 millones de onzas certificadas de oro y una proyección de empleo sin precedentes.

Actualidad14/07/2025Aire Argentino MineroAire Argentino Minero
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La minería en Argentina atraviesa un punto de inflexión. En el corazón de la provincia de San Juan, el proyecto Gualcamayo, operado por Minas Argentinas S.A. (AISA Group), se perfila como uno de los desarrollos más ambiciosos del país. Con una inversión estimada en 1.000 millones de dólares y la generación de hasta 1.000 empleos hacia 2027, Gualcamayo busca posicionarse como un nuevo gigante del sector aurífero nacional.

El plan fue presentado formalmente por Juan José Retamero, titular del grupo AISA, quien confirmó que la iniciativa se enmarca dentro del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), recientemente aprobado por el Congreso. Este respaldo normativo es clave para consolidar una estructura de largo plazo que permita estabilidad jurídica, financiera y operativa para inversores internacionales.

Ubicada en el departamento de Jáchal, la mina Gualcamayo estuvo cerca de cerrar sus puertas hace apenas un año. Sin embargo, el redescubrimiento y posterior desarrollo del proyecto Carbonatos Profundos (DCP) cambió el rumbo. La zona alberga reservas certificadas por 3.1 millones de onzas de oro y recursos estimados en más de 5 millones, aunque solo entre un 2% y un 4% de la propiedad fue explorada hasta el momento.

El plan maestro incluye la construcción de una nueva planta de procesamiento para minerales sulfurados, una mina subterránea, un sistema de molienda y una planta de flotación con una capacidad proyectada de hasta 4.000 toneladas diarias. Todo esto permitiría a Gualcamayo producir unas 120.000 onzas de oro por año durante al menos 17 años, consolidando su lugar en el mapa global de la minería aurífera.

Actualmente, Gualcamayo emplea a unas 300 personas, pero el nuevo proyecto triplicará su plantilla, con entre 600 y 1.000 nuevos puestos de trabajo directos e indirectos. Esta generación de empleo no solo impactará a Jáchal, sino que también fortalecerá el ecosistema económico de San Juan en su conjunto, potenciando el rol de la minería como sector estratégico provincial.

Proyectos como Los Azules, Filo del Sol y Josemaría ya delinean una provincia decididamente minera. En este contexto, Gualcamayo, con el respaldo de AISA y el liderazgo del español Juan José Retamero, promete ser el epicentro de una nueva era minera en Argentina.

Originalmente, AISA había presentado al RIGI un megaproyecto que también contemplaba una planta fotovoltaica, una mina de cal, un gasoducto y mejoras en el sistema de lixiviación. Sin embargo, las demoras en la aprobación oficial forzaron una reestructuración: la compañía decidió segmentar la propuesta y avanzar primero con Carbonatos Profundos.

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Aun así, la empresa mantiene firme su compromiso con el desarrollo integral y no descarta reactivar las iniciativas restantes bajo otras herramientas como la Ley de Inversiones Mineras o incluso una nueva edición del RIGI.

El avance que estamos teniendo en Gualcamayo es extraordinario. Esta era una mina en proceso de cierre hace un año y hoy está proyectando trabajo para al menos 30 años más”, aseguró Ricardo Martínez, director ejecutivo de Minas Argentinas S.A.

Mientras en otras regiones se discute la necesidad de generar empleo genuino, San Juan se afianza como la locomotora minera del país, y Gualcamayo es hoy su buque insignia.

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